Estos días ha saltado a la palestra
una noticia no muy divulgada por los medios de comunicación, pero que sin embargo,
ha causado un gran revuelo en las redes sociales. La noticia no es otra que la
mofa y la burla, de la que han sido objeto preferentistas engañados por las
entidades financieras, por parte de jóvenes afiliados en las Nuevas
Generaciones del PP (NNGG), a la salida de los juzgados de Mª. Dolores de
Cospedal citada a declarar por el caso Bárcenas.
La situación no dejaría de situarse
como una simple desavenencia entre partidarios
y detractores de la secretaria del partido conservador, la Sra.
Cospedal, si no fuera por las diferencias generacionales que unos y otros
contendientes presentaban. Los preferentistas, en su mayoría abuelos,
manifestaban su rabia y enfado por la inacción del PP ante la estafa de los
Bancos y Cajas. Mientras, enfrente se encontraban los jóvenes de la NNGG del
PP, que como es obvio, gritaban con una sola voz todo tipo de vítores a su
correligionaria de partido, envuelta en una situación tan complicada e incómoda.
La situación como digo, no pasaría a
mayores y podría considerarse como “normal” dentro de las divergencias, si no
fuera por las burlas de los jóvenes conservadores hacia los ancianos
preferentistas. A los que trataron de “analfabetos y rojos incultos…” apostillando
además “…que se dejaron engañar por su manifiesta incompetencia…”.
Hasta aquí los hechos.
Mi reflexión, apoyándome en lo
descrito. Va encaminada a intentar comprender como en una sociedad del siglo
XXI y en un País de los llamados Desarrollados. Puede ser aún posible, que
jóvenes “sobradamente preparados” y supuestamente pertenecientes a la “élite”
social y económica, sean capaces de decir con total impunidad, tal cantidad de
barrabasadas sin ningún talento, control y básicamente
respeto…
De los hechos acaecidos me detendré
en 3 aspectos, que considero claves para entender, lo inentendible: su falta de
inteligencia, su aborregamiento y su carencia absoluta de valores; éticos, de
respeto y solidaridad.
El primer aspecto deja patente que la
inteligencia de las personas, no está directamente relacionada, con el nivel
adquisitivo y supuesta preparación profesional o académica
que esta tenga… por lo menos en este caso. Porque a los jóvenes de NNGG del PP se
les supone una imagen seria y responsable que deben vender, de cara al exterior.
Donde quede patente la cantera digna y preparada que va a heredar el PP dentro
de unos pocos años, pudiendo llegar a ocupar incluso, cargos de relevancia
Política.
Parece ser que las neuronas, ese día,
se las dejaron en casa y demostraron en público, con luz y taquígrafos, los ideales
e instintos más básicos que les mueve a ver a los ciudadanos menos favorecidos
o contrarios a su ideario mas conservador, como chusma e indeseables yayoflautas
que hay que “eliminar” y silenciar para gloria de una España grande y libre.
Todo ello (de ahí su falta de luces), sin importarles la imagen que, como jóvenes
pertenecientes a un partido político, tienen que cuidar y defender.
El segundo aspecto a considerar en la
reacción poco afortunada de los jóvenes cachorros del PP, es la ceguera y
adoctrinamiento enfermizo que anula la poca o mucha capacidad de sentido común
que puedan gozar cada uno de estos jóvenes… en aras de una charlatanería
aprendida e interiorizada que no les deja ver más allá de sus narices y que les
nubla la realidad hasta niveles de esquizofrenia.
Principios e ideales mamados desde su
más tierna infancia o bien aprendidos en las perniciosas películas de Gángsters
y videoconsolas que tan descontroladamente entran en los hogares españoles. Dogmas
e ideales, como digo, que se han convertido en el modelo a seguir y perpetuar
por los jóvenes, para la supervivencia de la especie humana.
Ojo, el aborregamiento no es
exclusivo de la derecha.
El tercer aspecto, es el que
considero más peliagudo y de difícil solución. Recuerdo en mi adolescencia, con
todo lo gamberro que era, el respeto y consideración que se les tenía a las
personas mayores y abuelos en particular… no levantando una voz más fuerte que
la otra en su presencia, cediéndoles “su sillón” cuando ellos llegaban al
cuarto de estar (no llegaba ni a salón), callando cuando ellos hablaban o
simplemente levantándonos toda la clase al unisonó, cuando hacia acto de
presencia cualquier adulto. Recuerdo el cariño y admiración que desprendían las
ancianas encorvadas por años de duro trabajo, con las que te cruzabas por la
calle y ayudabas a llevar la compra hasta su casa… o los yayos que subían en el
autobús de entonces (nada que ver con los actuales) y que no daban un paso sin
que alguien les ofreciera su asiento.
Con todo ello, no quiero decir que haya
desaparecido esa humanidad, pero ahí lo dejo...
Quiero pensar que estos jóvenes de NNGG,
que representan a los jóvenes de un partido votado por millones de españoles,
tienen abuelos. Quiero pensar que sus abuelos, seguro que alguno habrá, padecieron
las penurias posteriores a la guerra civil y tuvieron que luchar porque las
condiciones de vida de los menos favorecidos mejorarán. Quiero pensar que estos
jóvenes veneran a sus abuelos e incluso escuchan sus batallitas, embobados, al
ver lo diferentes que fueron las cosas hace no mucho tiempo. Quiero pensar que
muchos abuelos de estos jóvenes de NNGG del PP, triunfaron en la vida por su
visión avispada y duro trabajo, donde cada peseta fue ganada con sangre sudor y
lagrimas…y les han inculcado a sus nietos, la importancia del trabajo y la
responsabilidad en la vida.
Lo que no me apetece pensar; es que
son niños de papa, o niños pijos, o simplemente jóvenes sin conciencia cívica y
social, que igual que se lían a mamporros con unos rastafaris o se mean encima
de un mendigo en la calle… se mofan y burlan de la desesperación de unos
abuelos engañados y estafados con los ahorros de toda una vida.
Pero lo que piense o deje de pensar
yo, da igual.
Lo importante es lo que piensan
ellos. Lo que piensan sus familias, sus abuelos. Eso es lo importante. Porque
como he dicho en alguna ocasión, creo en la bondad del hombre y en el
aprendizaje de los errores que nos ayudan a mejorar. En definitiva, a ser mas
humanos y menos imbéciles.
Mi reconocimiento y admiración a
todos aquellos abuelos, que con su lucha
y empeño, permitieron que jóvenes de ahora, puedan tener los derechos y
facilidades que ellos nunca tuvieron y siempre soñaron.
Oscar Ara
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