No se
lo creen ni ellos… ni uno solo.
A pocos
días de las elecciones municipales, aparecen en la escena pública una rara
especie de prestidigitadores de todos los colores, que con las mangas
remangadas, intentan hacernos creer que como Míster Proper, ellos son los
únicos poseedores de la fórmula mágica capaz de limpiar el marrón en el que se
ha convertido España.
No se
lo creen ni ellos… ni se enteran.
Y
transitan como pollos sin cabeza, estresados. Sin saber muy bien dónde se
encuentran: en Sabadell o Baracaldo, en Maspalomas o en Teruel, en Badajoz o en
Ginebra (¡Uy!). Sin tener la certeza de con quién están, si camisa, corbata o
chaqué… sin saber a quién van a tener que “engañar”, perdón, convencer ésta
vez.
No se
lo creen ni ellos… bueno, no sé.
Y tienen
la manía de acercarse al ciudadano; sea charcutero, agricultor, vendedor
ambulante o tendero, cantautor, profesor o enfermero… y saludarlo con la mano tendida y la “mejor”
de sus sonrisas para sonsacarle la intención de voto del pobre infeliz, o si
conecta con el desdichado, hacerse el graciosete y recordarle que él también,
como “buen español” que es, tiene un sobrino en el paro, un amigo autónomo que
ha tenido que cerrar el chiringuito o que si la abuela fuma…
No se lo
creen ni ellos… bueno aquí, aquí más de uno.
Y les
da igual lo vacías y huecas que suenen sus palabras en los mítines callejeros
que tanto se han puesto de moda últimamente. Frases hechas que el “sudaca” de
Lavapiés escucha desde su balcón de forma machacona - “¡… o nosotros o el caos,
o nosotros o el fin del mundo… o nosotros o Venezuela! - y ojo, lo cojonut es
que les da igual sonar ridículos ante un vecindario “enemigo”, porque saben,
que algún tonto del culo que no tiene donde caerse muerto, les votará para
mayor gloría del absurdo y la parodia en la que nos hemos convertido.
No se
lo creen ni ellos… bueno, los de siempre.
Porque
como buenos profesionales que son, saben que el “juego político” no consiste en
vender su producto, no. Basta simplemente con hundir al contrario, al opositor.
Basta con descuartizarlo por completo, sin miramientos, y a continuación
mostrar esa mirada piadosa, de padre omnipresente y salvador, donde tú; iluso
cateto, descubrirás embobado que los experimentos solo con gaseosa.
No se
lo creen ni ellos… bueno sí, uno.
Y su
memoria quebradiza y estúpida, les otorga la desfachatez de volver a prometer lo
prometido, aquello que no han sido “capaces” de hacer en sus años de gobernanza… por culpa eso sí, de la herencia recibida y la
vicisitudes adversas y complicadas que ha atravesado la Zona Euro en su
conjunto dentro del mundo mundial…
No se
lo creen ni ellos… ¡Qué sí, uno sí!
Y lanzan
la soflama cierta y nunca populista ¡por Dios!, de que estamos empezando a
salir de la crisis, y que los números así lo atestiguan fielmente en todas las
graficas y estudios estadísticos inventados por el FMI, el New York Times, la
Commonwealth, Caritas, el ABC y la madre que pario a Panete.
No se
lo creen ni ellos… ¡Vale, solo el PP!
Y como
meros comerciales y vendepatrias que son, tratan de colar su “producto” caduco
y podrido a sabiendas; edulcorándolo con las medias verdades de las cifras macroeconómicas,
de los “esperanzadores” datos del paro, de los nuevos ingresos en la Seguridad
Social… mientras omiten deliberadamente otros como los desahucios, los recortes
en Sanidad, en Educación, en Servicios Sociales o la precarización generalizada
del trabajo, que acrecienta las desigualdades… esas mandangas que el
proletariado y la chusma demandan, sin saber muy bien paqué.
No se
lo creen ni ellos… solo er PP.
Porque,
tener el cuajo moral de defender lo indefendible, es de quitarse el sombrero. Admirable.
No se inmutan ante la hemeroteca que los delata. Se ofenden ante los que
piensan que la corrupción es parte de su sistema de actuación, mientras tienen
la desvergüenza de negar como hizo San Pedro por tres veces, cuando se les
pregunta si conocen al Rey de los Ladrones J. Luis Bárcenas… o ponen cara de
bobalicones, al lavarse las manos como Poncio Pilatos ante la crucifixión
decrepita y bochornosa, de su anteayer guía espiritual, el Sancta Sanctórum
Rodrigo Rato.
Y lo
que yo creo… del PP.
Es que demuestran
que son seres extraordinarios… infinitamente superiores al conjunto de los
ciudadanos por la capacidad innata y “democrática” de convertir la mentira y
las técnicas mafiosas en votos y réditos electorales una y otra vez. Y todo
ello gestado desde esa Nave Nodriza que es Génova 13, donde los capos y sus
compinches necesarios, tienen el don sobrenatural de vivir en un pozo de mierda
y permanecer siempre limpios e impolutos, aunque sea de cara a la galería… que
al fin y al cabo es de la que viven. Los millones de iluminados que les votan y
permiten que nada cambie, que todo siga igual.
Y por
favor, si se topan con alguno de estos seres mitológicos, tápense los oídos y
las narices… ¡y huyan!
Oscar
Ara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario