Hoy me he levantado con ganicas de escribir y fíjense que
casualidad, que a la hora del telediario me encuentro, delante del televisor, a
un señor mayor de pelo blanco que en medio de un escenario faraónico parece
entender de lo que habla… Macroeconomía. ¡Ojito!
Al instante, descubro
que este insigne señor, de inmaculado aspecto y cuidada presencia, resulta ser
el Jefazo, el Presidente y el Socio Fundador del BBVA; Banco, según Wikipedia
(mi fuente de total confianza), nacido por la fusión entre el Banco Bilbao
Vizcaya y Argentaria en la época del glorioso Aznar.
Siendo sincero, al principio sigo las noticias vagamente,
como si nada, quizá por el sopor que da la comida recién terminada, y escucho
un runrún con los resultados de la entidad en el 2015. “Bla bla bla, bla bla
bla… unas ganancias del 0,9 respecto al ejercicio anterior y bla bla bla 2.642
millones de beneficios y bla bla”. Y fue entonces, de repente, cuando mi
atención distorsionada hasta ese momento, se centro ojiplático en la figura
angelical del Papa Noel de Wal Street… ese Papá que todo lo sabe, que todo lo
dice y que todo lo puede. La presencia onírica de Don Francisco González Rodríguez,
alumbró la pantalla con todo su esplendor.
El loado y alabado Banquero o Bancario, nunca me aclaro que
termino es el más adecuado… (ladrones, prestamistas, usureros… mala gente en
general) ¡Nooo! Lo siento, mi subconsciente torticero tiene calificativos demasiado
simplistas, pero no se preocupen, no caeré en la trampa, no haré caso a
pensamientos tan manidos por el populismo, por la chusma, por la plebe y por mi
otro yo… Sé que a veces, si me lo
propongo, tengo más nivel que todo eso.
Disculpen, pero me pierdo en vaguedades, “lo siento, no volverá
a ocurrir…” (¿Quién dijo eso?). Como digo, este señor esculpido para llevar
trajes de alto copete, hacía acto de presencia en el prime-time televisivo y
hablaba para todos los españoles; para los empresarios, para los políticos, para
los trabajadores, incluso creí sentir que me hablaba a mí, a un humilde
funcionario de tres al cuarto… En definitiva,
este buen hombre se dirigía humildemente a sus clientes, a sus socios y a sus
lucrativos compatriotas. Y lo hacía ante los medios, a sabiendas de que su voz
contundente y enérgica iba a ser escuchada, iba a ser respetada y sobre todo…
iba a ser obedecida.
Y qué dijo este gran tipo se preguntarán. Qué saberes puso a
disposición de los ciudadanos, ávidos de conocer el intelecto de nuestra
Gentleman people. Qué puede aportarnos este hombre forjado a sí mismo, avanzado
a su tiempo, emprendedor, trabajador, ejemplar… Qué querrá compartir con
nosotros un ciudadano normal, que comenzó su triunfal andadura como cualquier
otro, por la estrecha relación con el entonces Ministro de Economía, el “Rey
del Mambo y de las tarjetas Black”, Don Rodrigo Rato, allá por los ´90.
Leer atentamente… y aprended zoquetes.
“España podrá bajar su tasa de paro al 10% en los próximos cuatro años, si se sigue una política económica consistente…”
“Hay que mantener las reformas de los últimos cuatro años, que han creado empleo…”
“Hay que afrontar los problemas del siglo XXI con políticas del siglo XXI…”
“No podemos volver a políticas fracasadas hace 100 años, que solo generan más paro… como ocurre en países que todos conocemos”
“Hay que tener un Gobierno realista que no cree utopías o promesas no realistas que solo generan más frustración a los españoles”
¡Qué grandeza! No me digan que no. Qué visión tan lúcida y
clara tiene sobre los problemas reales de la gente. Como se tira al barro de
los pobres mortales para salvar sus almas… (y de paso sus bolsillos con algún
fondo de inversión de bajo riesgo…) ¡Basta Oscar! Qué altruismo denotan sus
palabras… (casi el mismo altruismo que
percibe su cartera anualmente con un suelto de 5,4 millones de euros…) ¡No lo
hagas Oscar que te conozco!
¡Gilipolleces! Es usted un estirado, arrogante y pomposo
GILIPO… con dinero, eso sí.
Qué cojones de futuro le va a decir usted que tiene, a una
persona que combina dos trabajos temporales por los que no gana más de 500 €, (¿qué se hipoteque en esos pisos baraticos que su banco no sabe como quitarse?).
Qué hilarante solución,
de más de lo mismo, le va a aconsejar a un parado de larga duración de más de
45 años, (¿que se acoja a un fondo de pensiones de los suyos?).
De qué frustración habla cuando dice que los gobiernos que
persiguen molinos de viento no pueden solucionar los problemas reales de la
gente: los desahucios, el paro, la precariedad de los servicios sociales… esos mismos
que su “Gobierno Realista y Serio” han generado con políticas mercantilistas
capitaneadas por la TROIKA, donde la economía siempre precede al
ciudadano. ¡Si quiere le recuerdo el Art. 135! Porque así es como solucionan los problemas sus
Gobiernos Modélicos.
Háganos un favor, por lo menos a mí, y dedíquese a ganar dinero
a manos llenas, que es para lo único que sirve, y deje que los ciudadanos pobretones tengamos las pajas
mentales que queramos con nuestras ensoñaciones por un mundo más justo e
igualitario, donde usted, por decencia moral y ética no podría ganar ni el 1%
de su sueldo actual.
Opine pero por favor, no de consejos. Porque su ejemplo sí
que lleva a la frustración, al cabreo y a la locura de este perdedor que le
escribe.
¡Adiós y que usted lo gaste bien!
P.D: … y dese prisa, que los años es lo único que nos
convierte en iguales.
Oscar Ara.
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