viernes, 9 de enero de 2015

FANATICUS INVOLUTIO HABILIS


Como casi siempre que ocurre algo, para que ese algo sea noticia tiene que pasar en el primer mundo, en el mundo civilizado… tiene que suceder en Occidente.


En el día de ayer, recién inaugurado el 2015 y aún envueltos en las bienaventuranzas y deseos de paz, amor y felicidad para éste nuevo año… ¡Zas! 12 personas (10 caricaturistas de la revista satírica Charlie Hebdo y 2 agentes de seguridad) son asesinadas a quemarropa en pleno corazón de Occidente; por el único motivo de saber dibujar bien, quizá, excesivamente bien. Asesinados por hacer de su trabajo una “depravada” utilización de la libertad de expresión. Asesinados por satirizar hasta el esperpento los fanatismos perniciosos que nacen bajo el amparo de la Religión. Asesinados por ofender a los “verdaderos” galantes y defensores de la verdad absoluta del Corán y con ello, al mismísimo Alá y a su profeta Mahoma.  Asesinados por unos locos que ultrajan a la voz de ¡ALÁ ES GRANDE! (mientras aprietan el gatillo), aquello misma religión que creen defender. Asesinados por unos simples y peligrosos asesinos de tres al cuarto, a los que se les ha lavado el cerebro, desde la manipulación deliberada de unos iluminados vestidos de falsos profetas. Asesinados por la fuerza del odio fanático que tristemente ha rodeado la religión mundana desde el principio de los tiempos… y también asesinados por proteger e intentar impedir que la libertad de expresión fuera aniquilada por unos seres carentes de humor y llenos de mala hostia.

Tengo la impresión, cada vez más machacona, de que a la raza humana se nos ha ido la pinza definitivamente, o bien nos falta un hervor desde hace mucho, mucho tiempo. Demasiado. Creo que se nos fue la hoya antes incluso de que en el Génesis se describiera la acción bucólica del pecado original; donde una Eva voluptuosa y sensual, es acariciada y rodeada sibilinamente por la serpiente arpía, mientras le ofrece la manzana de la lujuria al embobado de Adán, que tirita febril e indefenso ante semejante panorama. Ya, desde esos tiempos del Jardín del Edén, la raza humana tenía alguna tara que resolver.
Porque gente de buen corazón… lo miremos por donde lo miremos, la cosa está muy malita.

Algunos querrán ver en EEUU con sus políticas intervencionistas y maquiavélicas de chulo putas, al culpable de tanta locura fanática… y a Occidente su cómplice natural en la opresión y condena a la miseria de la población mayoritariamente musulmana, que mal vive sobre los territorios diseminados de Oriente Medio y otras zonas limítrofes… y seguramente no les falte razón.


Otros dirán que estos “putos moros” son todos iguales y están asalvajados con sus costumbres tribales propias del Medievo; que permite practicar la ablación, tapar con el burka el cuerpo entero de sus mujeres e hijas, tener más de una esposa si lo desean, lapidar a las mujeres que cometan adulterio o simplemente condenarlas al ostracismo al depender por entero de las decisiones del hombre… y además lo harán mientras se toman el 3er Whisky Dyc y babean por la mulata post-adolescente de 18 años, en el puticlub Km 25 de la carretera Fuengirola.

Y algunos adivinaran similitudes con la “Guerra Santa” de siglos pasados; aquella que la religión cristiana protagonizo contra los musulmanes con la aparición de las Cruzadas (s. XIII) auspiciadas por los Papas para la reconquista de  Tierra Santa. La que llevo a la expulsión de musulmanes y moriscos (musulmanes conversos) de la península, tras la reconquista de Granada en manos de los Reyes Católicos. O aquella Santa Inquisición de Torquemada, que obligaba a renegar de su fe a moros y judíos si no querían ser quemados en la hoguera de la Divina Providencia.

Pero todo esto da igual… da igual que tengamos una visión más comprensiva o más radical frente al islamismo religioso. Da lo mismo que generalicemos y veamos a todos los musulmanes como yihadistas en potencia o los veamos como dignos descendientes del caballeroso Sultán de Egipto y Siria, el todopoderoso Saladino. Porque ellos, los fanáticos religiosos, no distinguen en ver quienes les comprenden o no. Quienes en occidente sufren de islamofobia o quienes respetan sus creencias religiosas aunque no las comparta… a estos asesinos terroristas dirigidos por Califas de medio pelo o Imanes 2.0 a través de Internet, todo lo que sea pensar les confunde y les incomoda. Ellos son simples ejecutores y los infieles su objetivo.


Al fanatismo religioso como es el caso, o al fanatismo político, al ideológico e incluso al fanatismo de los hooligans que recorren los campos de futbol henchidos en alcohol y drogas, el cerebro no les funciona racionalmente, y eso los convierte en alimañas. Alimañas predispuestas a que las circunstancias que les rodea les lleven a dejarse lavar el cerebro con las visiones místicas, mesiánicas y proféticas del Califa de turno, el Dictadorcillo de pacotilla o la masa borreguera que aúlla al unísono insultos e improperios. Su misión es aniquilar al infiel, al opositor, al rival de turno. Acabar con él.

Y volviendo al fatídico hecho de la acción terrorista de los yihadistas contra los trabajadores de la revista satírica Charlie Hebdo, ocurrido curiosamente en el país que en otros tiempos enarboló la bandera de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Queda trágicamente demostrado por ser las víctimas quienes son, la falta de sentido del humor y de inteligencia de estos “Fanaticus Involutio Habilis”, debido parecer ser a la carencia absoluta del cortex cerebral que todo Homo Sapiens posee y que es el responsable final del pensamiento crítico, el juicio y la empatía en los humanos. Porque evidentemente, todos podemos llegar a entender que para un musulmán sea ofensivo e hiriente ver ciertas imágenes burlonas y de chirigota sobre su queridísima religión Islámica. Igual que le ocurriría a un Católico Apostólico y Romano del Opus Dei o al Rabino ultraortodoxo cuando se mofan de la Torá… Incluso desde la óptica aséptica y laica del occidental medio pueden resultar de mal gusto e inadecuadas. Pero de ahí, ¿a llegar a matar por eso…?



Me despido de ustedes con un pensamiento ridículo, como casi todo lo escrito lo sé… pero que me ha merecido una curiosa reflexión; yo me preguntaba, cómo era posible que Moisés, Jesús de Nazaret o Mahoma siendo los profetas de las tres religiones monoteístas más representativas de la tierra, con grandes dotes de convencimiento entre las masas, monologuistas consumados y expertos en las artes de la oratoria y la expresión corporal… no incluyeron en sus plegarias rimbombantes y apocalípticas algún chascarrillo o chiste picantillo que le quitara transcendencia a la cosa y relajara la cuestión… al estilo Gila o el Gran Wyoming por ejemplo. Ahí lo dejo.

¡Ah! una última cosa…

“EL HUMOR SOLO TENDRÍA QUE MATARNOS DE LA RISA”


Oscar Ara








No hay comentarios:

Publicar un comentario