domingo, 11 de agosto de 2013

VACACIONES DE ESPERANZA




Irte de vacaciones y sentirte culpable por haberlo hecho.
Es curioso el sentimiento de culpabilidad que uno puede tener por el simple hecho de disfrutar de unas, más o menos, merecidas vacaciones familiares.
Sé que son paranoias ridículas de un padre de familia de la “perseguida” clase media española. Pero qué quieren que les diga…  hay tanta, tantísimos ciudadanos que no pueden permitírselo, ni siquiera planteárselo, que me siento un traidor-privilegiado-egoísta. Son sentimientos y ante eso, no valen razonamientos objetivos. 

Las vacaciones como tal, tiene una función básicamente terapéutica y familiar. En ellas se busca evadirse de la cotidianeidad del día a día; el trabajo, el colegio de los niños, el hogar. Romper con todo eso y dedicarse de lleno a la familia y disfrutar de aquello que el estrés no nos permite durante el resto del año, es su objetivo.
El fin como digo es ese, el conseguirlo o no, es otro cantar.
Volviendo al sentimiento de culpa. He tenido una sensación extraña a lo largo de mis vacaciones. Un sentimiento encontrado de disfrute y desazón a la vez. De inmensa felicidad al observar lo afortunados que somos, y de frustración al saber que muchos españoles no lo son tanto.
Todo esto puede sonar a falsa modestia e hipocresía barata. Me da igual. Solo quiero entender como los auténticos privilegiados que manejan el cotarro; políticos, magnates, banqueros, reyes, príncipes y consortes... pueden tan siquiera, disfrutar de una pizca de descanso en sus conciencias.
Supongo que si un pringado, o sea yo, se da mal por las desigualdades sociales existentes. Toda la jet-set adinerada gracias al pueblo que dirigen, contratan, hipotecan y representan, se sentirán cuanto menos, un poquito mal e incómodos... de verdad quiero pensar que es así.
Hoy no pretendo hacer una reflexión de las clases sociales, no es la cuestión. Mi escrito intenta indagar sobre los sentimientos que deben padecer nuestra Gente Importante, ante semejante panorama nacional, en su” merecido” tiempo de asueto y descanso vacacional.
Como he comentado anteriormente, quiero pensar que sus vacaciones serán un tanto agridulces (creo que el hombre es bueno por naturaleza). Sé, que merecen disfrutar de los suyos como cualquier otro. Sé, que sus ajetreadas vidas necesitan un parón para recargar sus pilas agotadas. Pero también sé, que  sin son personas humanas (eufemismo), este tiempo de ocio y relax, tendría que ser un suplicio infernal para muchos de nuestros Gentleman People. 
Quiero pensar que las vacaciones para nuestra Gente Importante, será sin posibilidad a equívoco:
  •     Un tiempo de reflexión donde descubran en lo más íntimo de sus entrañas, el porqué de sus decisiones y las consecuencias letales de sus actos.
  •     Tiempo de abrazos filiales, donde vislumbren el mundo que dejarán sus hijos. 
  •     Tiempo de íntima amistad, donde el verdadero amigo, intercambie pareceres cercanos, críticos y terrenales, sin consejeros que enturbien realidades.
  •    Tiempo de reencuentro con el ciudadano, abriendo los ojos a la realidad.
  •   Tiempo de romper sus burbujas de mundo ficticio y desprotegidos, descubran sus orígenes y sus ideales más sinceros.
  •   Tiempo de decisiones valientes y sinceras, donde la España del Quijote destruya sus molinos y renazca de sus cenizas volviendo a ser un País digno.

En definitiva, que las esperanzas inocentes del que escribe, se tornen realidad y no sean simplemente un sueño fugaz, como las Perseidas que alumbran nuestros cielos por vacaciones.

De esperanza muere el pez… ¿no era así verdad?



Oscar Ara






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