viernes, 12 de julio de 2013

LA DESESPERANZA DE LOS YAYOS EN LA CRISIS ACTUAL.


Vivimos unos tiempos muy difíciles, revueltos e inestables. En los que cualquier ciudadano por alejado que quiera estar de la realidad, ha oído hablar de la Prima de Riesgo, la TROIKA, los Recortes en derechos sociales y la imposición de impuestos a los contribuyentes,  por decretazo. También le sonará la corrupción política de una tal trama Gürtel, de unos falsos EREs en Andalucía o la de un señor muy elegante llamado Bárcenas que durante veinte años hizo y deshizo a  su antojo en un tal PP.



Cada cual, se empapa de la actualidad política y económica según le venga en gana, y según le afecte la situación, de lleno o de refilón. Algunos por puro pragmatismo, prefieren verlo todo desde la distancia, por salud, no les vaya a dar un achuchón al corazón.

Es difícil de todos modos, abstraerse de este clima de crispación continua que se ha convertido España. Imposible. Pero siempre hay algún ciudadano hábil que lo consigue o disimula conseguirlo. Mi admiración más sincera hacia ellos. A estos transeúntes del limbo, les “darán” pero con vaselina, suave, sin notarlo, casi sin darse cuenta. Mi admiración, Chapeau por ellos.

Repito, la crisis no es igual para todos; díganselo a los parados, desahuciados, PYMES, trabajadores, funcionarios, dependientes, estudiantes sin recursos... y tampoco la implicación de los ciudadanos ante ella. La PAH, las Mareas de infinidad de colores, Cruz Roja, asociaciones de vecinos, voluntarios de ONGs... Eso nos lleva ha tener diferentes tipologías de ciudadanos:

  • El que piensa que la película no va con él, bajo la excusa ¿Y que vamos hacer?.
  • Los que manifiestan su inconformidad uniéndose a algún colectivo social.
  • El hastiado sufridor anónimo, sin siglas ni parapetos que lo etiqueten e identifiquen (la gran mayoría de los ciudadanos).


Estos dos últimos tipos de ciudadanos inconformistas e inquietos, tienen por lo general una vía de escape y crítica que les une en su malestar, las redes sociales. Twitter, Facebook, Blogs… Fuentes de interacción cada vez más determinantes e importantes a la hora de mover conciencias e incluso de incomodar a partidos políticos y gobiernos.

A este punto quería llegar para legitimar y ensalzar la importancia de un  colectivo demasiado olvidado. Los ancianos, pensionistas o abuelos, como quieran llamarlos. Esos gran olvidados por todos. Silenciosos, en un segundo plano y siempre dispuestos a ayudar. Que por desgracia no hacen oír su voz como debieran o quisieran, en muchos casos por la imposibilidad física de frecuentar las manifestaciones y de pisar las calles todos los días, y en otros por carecer de las “habilidades” necesarias para moverse en ese mundo virtual que son las redes sociales e internet. Pero ellos sufren como el que más la penosa y dramática situación que estamos viviendo.

En este punto quería hacer un inciso y recalcar que en toda generalización existe la excepción o excepciones. Tenemos un ejemplo en la agrupación llamada los "Yayo Flautas", que movidos por los recuerdos de otra época, decidieron levantar su voz ante tanto sin sentido.



Los abuelos actuales son los que nacieron de los años 30 a los 50 del pasado siglo. Si tenemos algo de memoria histórica, todos situamos el contexto que les toco vivir. Situaciones no muy cómodas y en muchos casos dramáticas debido a la postguerra y posterior dictadura que algunos, no todos, tuvieron que soportar. La situación económica, social y laboral que eso acarreo en muchas localidades de España*, fueron éstas:
  • El servilismo casi esclavista hacia el patrón.
  • Los trabajos duros, de sol a sol, por cuatro perras gordas.
  • La prohibición de reunión o de sindicalización y menos aún la posibilidad de huelga.
  • La imposibilidad, ni siquiera, de acceder a unos estudios primarios y ya no digamos a estudios de nivel superior.
  • La desnutrición y muertes que muchos niños sufrieron, por no tener unos servicios de atención primaria decentes y unas vías de comunicación adecuadas que sirvieran para solucionar cualquier emergencia.
  • La religión católica, apostólica y romana del castigo y no del perdón y la esperanza.
  • La nula participación de la mujer en nada que no fuese cuidar a sus hijos y venerar a su marido. Sin voz ni voto. Sufridora.
  • La persecución o no aceptación del diferente, por inclinación sexual, raza o religión.
  • La búsqueda de un futuro más esperanzador en otras tierras, que no oprimiesen las libertades y los derechos del ciudadano.

Les suena. No les viene un ligero tufillo a rancio, a obsoleto. Pues parece ser, que al contrario de lo que debería ocurrir en cualquier civilización desarrollada, los gobernantes españoles, cual gañanes y ordenados por la Merkel, La TROIKA y el FMI, nos llevan a esta época. A la Edad Media.

Y eso, a nuestros abuelos que lo han padecido en sus carnes. Les da congoja, tristeza y desesperanza. Lo callan, como aprendieron a callar tantas cosas, pero lo sienten y lo sufren en silencio. Para no molestar y agravar con su pesimismo, una situación que reconocen y creyeron ya superada. Ven como sus hijos y nietos, en el mejor de los casos, emigran en busca de trabajo. Hacen un espacio en sus viejas casas, para recibir a sus hijos etiquetados con la palabra “fracasados” en la frente, con la mejor de sus sonrisas. Ceden todos sus ahorros para permitir que sus hijos no pierdan la casa que con tanta ilusión, un día, los bancos le invitaron a comprar sin miramientos, pues era de tontos no hacerlo. Valor seguro, decían.


Tantas cosas podríamos decir de los abuelo; de lo mucho que nos podrían enseñar en valores y experiencia de vida, de cómo los tratamos, de lo molestos que son en este mundo que va demasiado deprisa, del abandono que muchos sufren...

Pero saben que les digo. Que lo dejaré aquí. Recuerdo a mi abuela y me entra una ternura que me impide continuar. Solo diré, que ni todas las escuelas del mundo me enseñarían nunca tanto como lo hizo esa sencilla mujer, que apenas sabia leer y escribir. Con su amor y nobleza me enseño lo más importante que uno puede aprender. A buscar la felicidad, intentando hacer la vida más cómoda a los demás y viviendo con la conciencia tranquila. Como vivió ella.

Y en eso estamos…


Oscar Ara



 *La población en los años 50 aún vivía en los pueblos, más que en las grandes ciudades ciudades.

martes, 9 de julio de 2013

DEMASIADA EDUCACIÓN. BOCAZAS Y VOCEROS.

En esta España de sainete y pandereta, nos llenamos la boca hablando de Educación, de Sistemas Educativos, de una tal LOMCE, LOE o LOGSE. Hablamos de un tal señor Ministro Wert que hace y deshace a su antojo, como se solía hacer en otros tiempos. De la privatización encubierta con la que están dilapidando la Enseñanza Pública, al albor de una corriente de austeridad impuesta por no se que TROIKA y una tal Señora Merkel, muy teutona ella, que no sé que pinta en todo esto. Se aplican por desmedido y exagerado gasto público, Recortes en Educación, por el enorme despilfarro que se estaba produciendo. Para ello se quita la paga extra por decreto, se aumenta el ratio de alumnos por profesor, se aumentan las horas lectivas, se eliminan los Centros de Formación del Profesorado (CPR), se cierra el grifo de las becas para "pobres", se niegan programas usados por unos pocos (alumnos con diferentes problemáticas  y se echa al traste la posibilidad de muchos profesores interinos de dedicarse a la docencia, perdiéndose potenciales y entusiastas profesionales de forma definitiva. 

Que el Sistema Educativo español era mejorable, estamos todos de acuerdo. Que hay muchas cosas que mejorar, también. Que se tiene que incentivar el esfuerzo del alumnado y que éstos no puedan pasar con tantas o cuantas materias pendientes, ok. Que la formación de los profesores es a veces escasa, cierto. Pero por favor señores importantes, pónganse de acuerdo de una puñetera vez y dejen de utilizar algo tan sagrado como la Cultura y La Educación de un País, en intereses mezquinos de adoctrinamiento político, social o religioso. 
Júntense en un cuartico bien pequeño en el que no se puedan evitar las miradas, y observándose a los ojos, vean si están tan lejanos los unos de los otros e intenten visualizar dentro de 20 años, la educación que desean para su País. Y por favor señores importantes, tengan en cuenta a los docentes a la hora de tomar decisiones. Porque después no valen las comparaciones con la Educación Pública Finlandesa. No es justo, sería como pegarse un tiro. Allí la Educación no es partidista, es multidisciplinar y la ven como el eje piramidal, donde gira el futuro de una Nación. Donde los docentes rozan la excelencia tanto en formación como en prestigio social y al que ven como fuente de inversión, modernidad y futuro.
Y yo quiero creer, entiendo que lo intentan. Pero está visto que no les sale. No lo consiguen. Por ello les suplico que nos escuchen, que oigan nuestra voz y nos pregunten.
Por eso comienzo este artículo diciendo que se nos llena la boca hablando de educación..., cuando escuchamos o leemos a pseudoperiodistas de "opinión", que leen una tesina en dos días y se creen con hechuras de hablar como el más entendido de los catedráticos o pedagogos, también ocurre cuando escuchamos a un ministro diciendo tal o cual cosa sobre la Educación Pública sin tener la más pajolera idea. O simplemente cuando tienes que aguantar los comentarios hirientes del vecino de al lado, que lo único que conoce de la educación, son las escaleras del colegio de sus críos cuando los deja por la mañana.


En fin, como decía mi abuelita, para hablar de algo hay que vivirlo día a día. Sintiendo las frustraciones de alumnos y profesores. Las "miserias" diarias de una profesión preciosa pero, aunque no piquemos en la mina, dura. Vocacional en un porcentaje muy elevado. Donde se nos tacha de corporativistas y aburguesados con una facilidad y desvergüenza cruel. Y donde muchos docentes hacemos miles de kilómetros al año, para realizar nuestro trabajo, con riesgo de nuestra vida y de nuestro bolsillo, simplemente porque nos gusta nuestra profesión y evidentemente pagan por ello. Pagas sin dietas en B o en C. Pagas en blanco, sin negro.
Como dicen muchos "voceras". ¡Sois unos PRIVILEGIADOS!... y en eso les doy la razón. Soy un privilegiado por ejercer la profesión más bella del mundo, pero también en España, una de las más denostadas y vilipendiadas de los últimos tiempos...

  
Oscar Ara

domingo, 7 de julio de 2013

DEMASIADA INFORMACIÓN.




   En un artículo anterior escribí sobre el peligro de idolatrar a personajes famosos. Más si cabe, si la persona en cuestión era un niño o un adolescente, a los que su falta de madurez o de estrategias de discernimiento les puede confundir.
Escribí también de la idoneidad de los "ídolos" elegidos en la sociedad actual, tan cambiante, tan globalizada y tan peligrosa. Donde la información que disponemos puede ser infinita, gracias a la multitud de canales de TV, internet y redes sociales que tenemos a nuestro alcance.

En este punto quería empezar mi reflexión. La sociedad, al margen de la turbulenta revolución socio-política que está viviendo, con manifestaciones diarias y conflictos en diferentes puntos del Planeta: España, Grecia, Ucrania o Siria… vive en un mundo ficticio e irreal, que muy poco o nada tiene que ver con el mundo, la sociedad y las prioridades de hace 20 años. Se aleja progresivamente de lo personal y cercano (familia, amigos) y se asoma por inercia a un mundo inabarcable e impersonal.
Creo en una teoría, que seguramente será errónea y científicamente falsa… en la que comparo la cantidad de información de 20 años atrás, con la ingente y desmesurada que disponemos en estos momentos, y llego a la conclusión posiblemente simplista, de que ésta, la actual, es nociva  e intencionadamente peligrosa para la mayoría de los mortales. No puede ser buena tal cantidad de desinformación.
La sociedad, en tan breve espacio de tiempo, no puede ser capaz de gestionar y filtrar tanta cantidad de megabytes, canales de TV, Prensa y Radio, de corrientes e intereses tan dispares y enfrentados... no estamos preparados para ello.

A principios de los 90, llegaron las TV privadas (Antena3 y T5) que revolucionaron lo que hasta entonces se había limitado a dos canales de TVE (La 1ª y la 2ª o UHF), donde la gama de colores arcoíris, era aún una novedad en muchos hogares españoles, que poco a poco fueron dejando atrás los blancos, negros y grises que recordaban otra España, una más vieja y caduca. La España del Nodo.  
Aproximadamente 10 años después y tras unos años de implantación paulatina pero segura en las Empresas, entes Públicos y Universidades. La revolución de Internet llego para quedarse. Sería definitivamente a principios del nuevo siglo, cuando internet inundo las sociedades "avanzadas" creando un mundo paralelo. Un mundo virtual...¿verdadero?
Pocos años después y gracias a la globalización que supuso internet, nacieron las redes sociales que todos conocemos y de las que muchos de nosotros somos usuarios adictos: Facebook, Twitter... Esta nueva puerta virtual a la intercomunicación entre individuos de diferentes lugares geográficos, pero con afinidades sociales, culturales o políticas, a posibilitado que las redes sociales, el mundo paralelo de internet, se haya situado como medio de expresión social y política, muy a tener en cuenta por los gobiernos de los países en situación de especial debilidad, entre ellos España... Colocándose muchas veces como abanderado de la protesta y la reivindicación, ya que los megabytes utilizados así lo hacen posible, ya que son más rápidos y suelen ir muy por delante de las reacciones de los Gobiernos.

Todo esto está muy bien, pero qué pasa con el día a día, con las relaciones humanas, las relaciones personales. Qué pasa con las llamadas por teléfono al amigo, al hermano, que han sido sustituidas por el correo electrónico o el Whatsapp, pasando en poco años, de la larga e intimista conversación por teléfono entre seres humanos, a teclear emoticones de dudosa gracia. Que ocurre con los adolescentes y adultos sentados frente a frente  todos en la cafetería de un Centro comercial, tuiteando o Whatsappeando sin verse, abducidos.
Esta sobreinformación mal gestionada, incluso por personas adultas, no solo por jóvenes. Nos lleva a ver, a sentir y a vivir un mundo condicionado. Condicionado y guiado por los informantes. Gobiernos capaces de desinformar y de distorsionar la realidad cambiando el rumbo de las cosas. Nos deja en manos de los estados, que utilizan perversamente el marketing, para vender un estilo de vida único y verdadero (EEUU), o bien utilizan la censura como salvaguarda de su verdad, ante cualquier información proveniente del exterior (países como Cuba, China o Corea del Norte).
Con todo ello llego a la conclusión final, de que actualmente, como hace 20 años atrás, las cosas siguen igual.  Antes por el déficit y precariedad de la información recibida y ahora por el exceso de esta, la desinformación que nos llega al ciudadano es la misma. La que quieren las grandes Multinacionales, los Lobbies, las religiones fundamentalistas, los dictadores que controlan y maniatan a los pueblos, los mercados financieros... y en consecuencia, la que nos quieren transmitir para tenernos aborregados y dormidos en una falsa democracia, hermosa revolución e incluso redentora Yihad.

Por lo tanto cuidemos los modos de información y la grandilocuencia de los "personajes de paja". Seamos críticos siempre y abramos la mente al contrario, al opositor. Así quizás, con la comparación aprendamos a discernir mejor la verdad. Aunque esta no exista.
En eso echo de menos a mi abuela, mi referente, mi modelo, mi inspiración.


Oscar Ara










jueves, 4 de julio de 2013

CUESTIÓN DE EDUCACIÓN. RESPETO Y FRUSTRACIÓN.



“Hola buenos días, mi nombre es Óscar y voy a ser vuestro profesor y tutor durante el curso que hoy comienza…”
Con estas originales palabras recibo cada año a los alumnos. Es una forma como cualquier otra de romper el hielo, de iniciar una relación que al terminar el curso fructificará en una complicidad más o menos estrecha, entre docente y alumno.  
Soy profesor  de secundaría y durante los últimos 5 años he ejercido la docencia con adolescentes especialmente problemáticos. El adjetivo tiene un significado muy amplio. Son chavales con dificultades de aprendizaje más o menos significativas. Chicos con familias desestructuradas. Inmigrantes recién llegados. Alumnos con déficit de atención. “Malos” estudiantes, sin más.  Y por último, también están los muchachos en régimen de penales, que han delinquido.


El grupo que manejo podríamos decir sin posibilidad a equivoco, es todo menos “guapo”.  Pero nada más lejos de la realidad, y me explico. Lo que empezó hace años como una cuestión de “mala suerte”, al llegar el último (era interino) al Centro Educativo y tener que “coger” estos grupos que otros compañeros evitaban. Ha termino convirtiéndose en una cuestión de elección personal, quería “enfrentarme” a este reto y en ello estoy.  La recompensa personal de trabajar con chicos “problemáticos” y ver cómo cambian, cómo evolucionan y cómo superan sus carencias y/o problemas. No tiene precio. Es la esencia de esta profesión. Buscar las técnicas educativas y de vida adecuadas y diferentes, para que que el alumno se crezca ante las dificultades y sea capaz por sí mismo de coger el toro por los cuernos. En definitiva ayudarles a cambiar y hacerles ver que deben aprender a formarse. Si se consigue, empezarán a tomar decisiones valientes, maduras y  sobre todo empezarán a respetarse.
La dificultad más acuciante en esta “tipología” de alumnos es fundamentalmente, la carencia total de amor propio. No se respetan, porque nunca les han respetado. Ni padres, ni docentes, ni amigos. Nadie. Podríamos elucubrar si es o no de forma justificada, pero esa es otra cuestión. Están acostumbrados a vivir en la reprimenda constante, en el “tú no vales para nada”, “eres un vago y un zoquete” y en muchas otras expresiones peyorativas que han asumido como propias y que ven con tanta naturalidad, que al final se las creen. Soy un vago. Soy tonto. Soy impuntual. Soy un macarra…
Entiendo que ahí está el quid de la cuestión para poder construir una base solida donde sustentar los futuros aprendizajes. El respeto. Respeto que tiene que empezar por ellos mismos, por valorarse, por ser capaz de quererse y aceptarse con sus carencias y dificultades. Que las tienen, como no, pero no son los únicos.

La cantidad de informes que manejamos los tutores al principio de cada curso,  gracias al trabajo de los orientadores educativos, con los que trabajamos hombro con hombro, es inmensa.  Historiales clasificados, expedientes académicos, situaciones familiares, etc… Información que leo y utilizo por motivos lógicos ante problemáticas serias, pero que prefiero olvidar. Olvidar para empezar de cero. Sin prejuicios. Porque los profesores prejuzgamos como cualquiera, y eso es un freno, un impedimento que dificultará el proceso enseñanza-aprendizaje, que no suma. No aporta.
Después de la presentación rutinaria con la que me doy a conocer a los alumnos. Les cedo la palabra para que se presenten y den a conocer  sus aficiones, inquietudes, etc… En una palabra, realizo dinámicas de grupo que ayuden de una forma distendida a conocernos y a romper el hielo. Entiendo, que esto no es una pérdida de tiempo y utilizo estas dinámicas durante el tiempo necesario, una/dos semanas. Sé que hay que cumplir con un currículo, con una programación, pero sobre todo hay que cumplir con nuestros clientes, los alumnos. Los programas educativos no están para encorsetar, sino para guiar, orientar y para modificarse según aprendamos de nuestras experiencias. Es flexible, como la educación.

La docencia no es tarea fácil en estas etapas (tendría que ser vocacional), no es limitarse a dar una materia, unos conocimientos que tendrán que memorizar. Es mucho más. En lo que me concierne, es cambiar la tendencia negativa que llevan en la “mochila” los alumnos desde hace demasiado tiempo. Es hacer como el Ave Fénix de la mitología griega, volver a renacer de las cenizas para sentirse útil en esta sociedad que no perdona la mediocridad y mucho menos a los perdedores.
Y concluiré esta reflexión comentado el hándicap más  relevante que puede determinar el resultado satisfactorio de mi papel como docente. La gestión de la frustración en los alumnos. Son adolescentes y mayoritariamente inmaduros. Es así ahora y ha sido así toda la vida. Pero hoy en día, en los tiempos del pelotazo, del “todo vale”, del “realice este curso fácil y sin esfuerzo”. La inmadurez propia de los chavales se ha agravado. Tienen demasiada información y no son capaces de gestionarla, de filtrarla. Las familias no ejercen en muchos casos esta función histórica de valores, de ejemplo de vida. No están. Y esto hace que sus referentes validos sean sus amigos, famosillos de la televisión e internet… No son conscientes de su propia realidad, de lo auténtico y entiende que se les coartan sus derechos… No entienden y no aceptan un ¡no! por respuesta. Se enrocan en sí mismo y no atienden a razones. Simplemente no saben gestionar, no afrontan la contrariedad. Lo que nos lleva a realizar en muchos casos, auténticos malabares y equilibrios de ensayo error, que por desgracia no siempre salen bien.


Para finalizar, quiero hacer constar mi repulsa a las medidas adoptadas y la utilización constante de la Educación Pública por parte de los diferentes gobiernos en estos años de Democracia. Al utilizar la educación como una herramienta de adoctrinamiento y no ser capaces de ver, más allá, por encima de sus temporales tiempos de gobernanza. Repulsa por no tener un campo de miras más amplio, donde el consenso entre partidos políticos, colectivo educativo y padres es fundamental. Por todo ello, tampoco estoy en absoluto de acuerdo, con el abaratamiento de la educación, los recortes, la privatización encubierta y la reforma educativa actual LOMCE, impuesta por decreto por el ministro Wert. Sin acuerdo ni consenso.
Trataré este tema en otra ocasión. Hay para escribir un libro.
Gracias.