Ser un político en España no significa
forzosamente ser un hijo de la gran puta.
Al igual que el estar en contra de los ideales de un partido conservador,
rancio, opusino, corrupto, mentiroso,
ladrón, soberbio, irrespetuoso… machista,
opresor y ridículo como el PP, no es de ser un perroflauta o un paria… un hippie
o un vago maleante. No es ser un guarro rojo de mierda.
Parece que al Gobierno más fascistoide de las últimas décadas se
le ha ocurrido estos días, con la escusa del lamentable asesinato de Isabel
Serrano; presidenta de la Diputación de León, presidenta del PP de León (… y 11
cargos y presidencias más) y los inapropiados comentarios despectivos que sobre
ella se han escrito en la red… se les ha ocurrido como digo desempolvar de la
rancia chistera represora del caudillismo, la figura del CENSOR; un AUDITOR del
partido y por el partido, un CHIVATO que contará si tal o Pascual han dicho o ha
dejado de decir, un fulano que
amedrentará las opiniones del opositor, del contrario, del diferente ¡Acallando
voces, como Dios manda!
Creo, intuyo y casi me atrevería a decir
que son gilipolleces, una más, una de tantas. Es de auténticos perturbados en pleno s. XXI, perder un
solo Euro de nuestro presupuesto, en perseguir expresiones mal sonantes,
despectivas e incluso hirientes que algún desequilibrado ha vertido en las
redes sociales sobre algo o alguien porque se aburría de matarse a pajas, o porque
no tenía nada mejor que hacer. Repito que me parece una sandez de mequetrefes niños pijos; otorgarle
importancia a semejantes perturbados, sean de derechas o de izquierdas y tener
que perder un solo segundo en ésta cuestión… entre otras cosas porque esto ya
se vigila, ya se persigue por los Grupos
Especiales de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
Entonces señor ministro del interior Jorge
Fernández Díaz… ¿qué cojones de boliche se le ha ocurrido ésta vez? ¿qué pasa?
que tiene que justificar su opresiva y
canallesca ley mordaza para que así parezca que los rojos de mierda, los progres y los parásitos sociales de la izquierda aparezcan ante los demás como
unos criminales, unos asesinos potenciales e incluso unos terroristas de la
Yihad…
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