Papá,
¿por qué fumas?
En ese
preciso instante, una fuerte y sonora bocanada de humo blanco se introduce en
mi boca. Un aire viciado de nicotina, alquitrán, amoniaco, metano, arsénico, butano,
monóxido de carbono… se entremezcla, como en una fiesta de adolescentes, con partículas
más inofensivas y mojigatas como el nitrógeno, el agua o el oxígeno.
Una
perniciosa y adictiva humareda atraviesa de
principio a fin, mi cavidad bucal y se dirige irremediablemente hacia los
pulmones, no sin antes, dejar su impronta de desechos y fragancias “aromáticas”
en la lengua, laringe y tráquea.
Ese
humo discotequero, macarra e indolente, tiene el objetivo muy claro, conquistar
los bronquios y envolver sus pequeños y desprotegidos alvéolos, en su cálida y
atractiva fragancia de Humphrey
Bogart. Ahí, en los diminutos conductos y sacos alveolares,
casi furtivamente, se va a producir el intercambio gaseoso celular. La inhalación,
alimentara a las células con aire sintético y adictivo. Mientras en la exhalación,
los desechos celulares son expulsados al exterior en forma de dióxido de
carbono.
Todo
ello deja una huella en nuestro organismo, en mi organismo. Cada vez que
inhalamos una bocanada de humo blanco, los fumadores pagamos un precio muy alto,
quizá demasiado alto. Las consecuencias de un mal hábito prolongado en el
tiempo, el tabaquismo, pueden ser dolorosas y trágicas:
· Diferentes
cánceres: cáncer
de pulmón, de boca, lengua, laringe,
esófago, estómago, mama,
aparato
genital, linfático.… son
producidos por el tabaco
· También
se asocia con la gastritis, úlcera
gastroduodenal, hipertrofia de papilas gustativas con
déficit del sentido
del gusto.
· La bronquitis pulmonar
producida por el humo que irrita las vías
respiratorias. Produce también la bronquitis
crónica.
· Efecto
de envejecimiento precoz y aparición de arrugas faciales (rostro de fumador).
· Y otras
muchas…
La
composición química del humo de tabaco
inhalado, puede tener más de 5000 compuestos en las distintas fases
(gaseosa, sólida o de partículas)… tenemos:
· La nicotina, actúa
sobre el sistema nervioso central. El fumador sufre una dependencia física y
psicológica que genera un síndrome
de abstinencia, denominado tabaquismo. La nicotina genera adicción, pero
tiene efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la ansiedad.
· El alquitrán, causa
el 85 % de los cánceres de pulmón. Hace que el cigarrillo no llegue a
apagarse.
· El cianuro
de hidrógeno que encontramos en los cigarrillos, era el gas
utilizado por los nazis en las cámaras de gas de los campos de concentración.
“… cianuro,
alquitrán, cáncer de pulmón.” Por un instante, perdí la noción del tiempo
imaginando que ocurría en mi interior, al introducirse entre mis músculos
intercostales y el diafragma, el adictivo, sibilino y tentador humo blanco.
Y de
repente ahí lo vi de nuevo, como una aparición, a escasos tres metros de distancia.
Mi hijo
me observaba entre embobado y asustado. Certificaba con sus gestos, la ridícula
habilidad de su progenitor al tragar y casi masticar esa espesa fumarada de
desagradable olor y sucios desechos.
Súbitamente
suelto el humo, lo expulso desde lo más adentro de mí ser, lo más rápido que
puedo. Me libero de él, como el que quiere liberar un pecado tirándolo por la
primera papelera que encuentre. Las prisas hacen daño a mi calcinada tráquea,
al empujar el hollín a empentones, sin miramientos. Se me irrita la garganta. Toso.
Carraspeo varias veces, vuelvo a toser.
Su cara
se torna seria. Se entristece. No entiende por qué lo hago. Nadie se lo ha
explicado. Solo sabe que no es bueno para mí, ni tampoco para su mamá y su hermano
pequeño. No es bueno para nadie y sobre todo no es bueno para él… porque no quiere
que su papá se muera. Ni quiere (como dicen las cajetillas de tabaco que lee de
reojo y con susto) que a su papá, se le caigan los dientes, se le calcinen los
pulmones o se quede esmeril… que no sabe muy bien lo qué es, pero no le suena
nada bien. Quiere que su papá viva mucho, mucho tiempo, con sus dientes y todo.
¿Por qué fumas papá? (repite enfadado)
La tos
se acrecienta, se hace más incomoda y adquiere un tinte nervioso. Mi tos seca es acompañada por violentos
espasmos de todo mi cuerpo, que se pliega inconsciente ante las exhalaciones
abruptas y repentinas producidas por el tabaco. Los ojos inmensos no controlan el lagrimal y se enrojecen. Mi
cara se convierte en un poema deleznable y macabro. Tétrico.
En ese preciso instante, viendo la cara de terror
de mi niño, mi alma encuentra la razón. Entendí el porqué. El motivo.
Descubro
la verdadera razón por la que tengo y debo de cuidarme. Por mis hijos y mi
mujer. POR MI FAMILIA. Porque además que cojones… quiero, puedo y debo
disfrutarlos.
Días después
dejo de fumar. Sin hipnosis ni tratamientos milagrosos. Sin libros mágicos, a
las bravas, porque yo lo valgo…
Hasta
hoy.
Fumador
DEP.
Fábula
de cajetilla barata: "Lo que el poder de la razón no ha podido, el poder del
corazón ha conseguido."
Oscar
Ara
EL LARGO VIAJE DEL HUMO POR TUS PULMONES
www.youtube.com/watch?v=fiCvXauAjmY
Excelente post!! Bien escrito, documentado, y con aires de literatura! Te felicito!
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