Me
tiemblan las manos al empezar a escribir estas líneas. Hoy 14 de marzo de 2014,
la lírica y la ortodoxia narrativa perdónenme pero me la voy a pasar por el
forro…
Llevo
una hora madurando como escribirlo y la frialdad del tiempo me ha dejado ver el
poso de lo acontecido, de lo ocurrido de sopetón y por sorpresa… y que quieren
que les diga, los bellos aún se me ponen como escarpias.
Hoy 14
de febrero como digo, mi hermano ha sufrido un accidente grave que le ha podido
costar la vida. El es Buzo, del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de
la Guardia Civil. Hoy, él y sus compañeros seguramente han vuelto a nacer. El lugar
del siniestro es lo de menos. La situación difícil a la que se enfrentaban,
aunque diferente, no era muy distinta a la de otras ocasiones. Ellos, los GEAS,
cada vez que realizan su trabajo se juegan la vida casi sin saberlo, sin ser
conscientes de ello… o mejor dicho, siendo conscientes pero sin darle la menor
importancia. Y lo hacen con la profesionalidad, el coraje y el sacrificio que
poca, muy poca gente, pueden asumir como normal y que solo los elegidos, la
elite, los mejores, hacéis.
Créanme
si les digo que he madurado durante unos segundos, el ponerme delante del ordenador
y como es costumbre en mí; empezar a cagarme en todos aquellos chupópteros y “correveidiles”
que manejan el cotarro a sus anchas, sin tener ni puta idea de lo que hacen,
del poder y el daño que pueden causar sus decisiones en la vida de muchos,
muchos funcionarios que arriesgan sus vidas todos los días; GEAS, Bomberos,
Policías y Cuerpos de Seguridad en General…
Porque
señores y señoras, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los
funcionarios en general, no son solo los mamporreros que sueltan hostias a
diestro y siniestro en las manifestaciones, o los recaudadores de multas que te
han colocado 200€ sin enterarte, incluso no es solo ese oficinista con cara de
aburrido y de actitud displicente… son mucho más que eso y todos lo sabemos. Todos
somos capaces de reconocerlos y valorarlos al instante. Los identificamos como
nuestro Ángel de la Guarda particular en el Bombero, GEAS, Guarda Forestal, Guardia Civil de Montaña, Policía, Médico, etc… que todos algún
día hemos necesitado con urgencia, o por desgracia vamos a necesitar.
He
imaginado la cara de mi cuñada al enterarse de la noticia en el telediario, el
susto, la incertidumbre, la impotencia… el mundo del revés en un instante. Me
imagino cuando ha oído la voz de mi dolorido hermano tranquilizándola…
¡Diooosss, Gracias! Gracias a la Santísima diosa fortuna mi hermano sigue vivito y
coleando… con alguna pieza incompleta que habrá que entrenar y restaurar, pero
bien. Sano y salvo.
Y por
momentos se me pone de nuevo la carne de gallina al imaginarme las corrientes
de agua subterráneas que tienen que aguantar ahí abajo, con un barco “estabilizado”
a 30 m. de profundidad, y esos cuatro “locos” de la Benemérita del Mar
introduciéndose por las tripas del pesquero, ¡con dos cojones! y además, con
escasa o nula visibilidad, objetos de la embarcación golpeándoles por todos
lados, cabos, cuerdas… y total, ¡para sacar unos cuerpos sin vida! ¡Para sacar
unos cadáveres!
Perdóname
hermano pero nunca fui capaz de entenderlo, nunca he sido un romántico… y tú
pasión por el agua por el buceo, por la puesta a punto constante de tu cuerpo,
los cursos de formación, los estudios y la actualización constante ¡¿para
buscar cadáveres?! Joder macho, lo tuyo es puro masoquismo…
Pero no
créanme… de masocas estos tipos no tienen nada, son unos profesionales del
copón. He conocido a alguno de sus compañeros… y señores, la madurez que
demuestran en edades que podríamos considerar incluso tempranas, está muy por
encima de la media española, seguro. De la mía ¡Por supuesto!
Hermano,
ves que estoy frivolizando un poquito… pero creo que lo hago para amortiguar la
tensión y el mal rato vivido. Sé de sobras que tenéis, que debéis de hacer ese
trabajo tan ingrato en ocasiones... trabajo como el de encontraros a decenas de
metros de profundidad de aguas pantanosas, cuevas subacuáticas o peligrosos
barcos trampa, de frente, de bruces a cuerpos sin vida, a ahogados en descomposición,
a pobres desgraciados. Lo sé. Las familias de los fallecidos se merecen
enterrar a sus muertos e identificarlos y vosotros lo hacéis posible. Ellas siempre
os lo agradecen y os lo seguirán agradeciendo de por vida.
La
cuestión es si lo hacen los demás, si os valoran realmente los que tienen que
cuidar de vosotros… porque me temo que no
tienen, ¡ni puñetera idea! Pero hoy no toca, hoy en tú honor y en el de tus compañeros lo voy a dejar aquí, no vaya a
ser que te meta en problemas...
Bienvenido
de nuevo hermano. ¡Viva los GEAS! La Benemérita y sobre todo… ¡VIVA LA MADRE
QUE TE PARIO!
Oscar Ara
http://www.elcomercio.es/v/20140315/asturias/buzo-herido-grave-durante-20140315.html
http://www.rtve.es/alacarta/videos/espana-directo/espana-directo-pasado-minimo-podria-estar-sin-mano/2459233/
Nunca me había encontrado con unas palabras tan sentidas sobre un trabajo tan incomprendido. Se nota que eres familia y te toca por la sensibilidad que demuestras. Yo me he presentado alguna vez a las pruebas para pertenecer a este glorioso cuerpo, de momento no he podido, pero tengo amigos dentro y puedo corroborar cada una de tus palabras. Un saludo
ResponderEliminarViva la madre que OS parió a los dos.
ResponderEliminarQ pena, y qué gran hermano eres!! Te mando un abrazo grande!!
ResponderEliminarconozco algunos GEAS y e colaborado con ellos, desde luego que son unos grandes profesionales y para los q amamos este deporte del submarinismo solo esperamos que nunca nos tengan que venir a buscar, mi gran admiracion a todos los que trababajan jugandose la vida.
ResponderEliminarHola, me llamo Victor y soy bombero, también tengo el honor de ser amigo de tu hermano.Me ha encantado tu carta, y ratifico todo lo que en ella dices.Todo lo que describes lo he sufrido en mis propias carnes, por eso te entiendo perfectamente. Ya he hablado con tu hemano Carlos y que quieres que te diga de él.........que es un tio extraordinario, tanto profesionalmente como persona. Os mando un abrazo enorme a los dos.
ResponderEliminarEn nombre de mi hermano y en el mío propio agradeceros a todos, amigos y desconocidos vuestras palabras de animó y consuelo. Él puedo decir que se encuentra bien y animado. Mil gracias de corazón...
ResponderEliminarno solo es un trabajo, es una dedicacion ,una superacion en conseguir imposibles . muchas veces no valorada. .y si criticada multitud de veces . . animoo y a superar este trance, y sobre todo muchisimas gracias por vuestro esfuerzo PERSONAL .
ResponderEliminarHola, todo esto me pilló fuera de casa y sin apenas comunicación, esta misma mañana he llamado a Carlos, y escuchar su voz me ha tranquilizado enormemente. Es una verdadera lástima que personas anónimas como Carlos, con oficios tan sumamente específicos, complejos, y de alta cualificación no sean remunerados y valorados como lo que son, Héroes silenciosos a disposición de todos nosotros, personas que son capaces de entregar su vida por la de los demás, y en este caso por rescatar los cuerpos fallecidos para el merecido descanso de sus familias. Desde aquí solo me queda decir Mil Gracias por existir Carlos. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuerido Oscar, me ha encantado tu post y entiendo perfectamente que estés tan orgulloso de tu hermano, gracias a personas como el merece la pena este mundo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme