Son dos, esos dos…
Son dos los que nacieron, de un parto
prematuro que no llegó a cicatrizar, ni a desarrollarse en paz… con sosiego.
Dos son sus visiones, que difieren en lo
moral y en lo divino, pero se unen y convergen en la esencia del Mercado Liberal…
del Costumbrismo.
Son dos, con historias de sumisión y
“escaqueo”, frente a un régimen franquista
que anuló la libertad de acción u omisión… del pensamiento.
Dos son los polos opuestos de un mismo imán,
que ha perdido el norte y a sus dueños, los ciudadanos… por no verse fuera del
Capital.
Son dos, esos dos, los que entienden que
éste es un país laico pero cristiano, mundano pero clerical, donde Rouco manda
más que ese Cristo Angelical.
Dos son, esos dos, los que se funden en un
mismo cuento, el de Gobernar a costa de nuestros prejuicios, estupideces y
ensoñamientos.
Son dos viejos y agotados enemigos, que aún
famélicos de ilusión y esperanza, persisten en sus equívocos…
por sumisión y arrogancia.
Dos son las Españas que luchan por vencer,
con algo tan simple y eficaz, como el “¡y tú más!”… ¡lo que hay que ver!
Son dos las personalidades que les
acompañan; cavernícola, elitista y marrullero el primero, y acomplejado, timorato
y bohemio el segundo… porque de momento haber, no hay un tercero.
Dos son los culpables de ésta España del
AVE, los aeropuertos y los chalets de lujo… y de la pobreza, los parados y los
sobres del pufo.
Son dos, esos dos, los que tienen las manos
sucias de infamias, corrupción y mentiras. Bueno aquí sumen tres, cuatro… ¡ya
que son varias!
Dos son, esos dos, los que discuten sobre
cómo cambiar la Constitución… ¡Cuando ya lo hicieron, sin consenso! Con
banqueros y eso…
Son dos, esos dos, los que dicen prometer y prometo mientras
eches el voto dentro.
Dos son, esos dos, los que crearon privilegios,
dietas y aforamientos. En vez de ser un ejemplo de normalidad para el
ciudadano, para el niño… para el pueblo.
Son dos, bipartidismo lo llaman, los que se
reparten el pastel para seguir comiendo solos… ¡ahora las alcaldías, da mala
gana!
Dos son y así quieren que siga siendo. Dos
mejor que tres… ¡a seguir mintiendo, digo prometiendo!
Son dos, esos dos, los que permanecen anclados
en un siglo XX que ya ha expirado y que en su agonía, demuestra las
desigualdades del día a día.
Dos son, los que con sus “diferencias”,
afianzan sus posiciones, sin importarles dos cojones, acentuar la brecha de
esta España desecha… por sus coléricos mentores.
Son dos los culpables del desmantelamiento
del Sistema, la igualdad, el trabajo y el crecimiento. Uno lo es por
“distracción” y embobamiento, mientras el otro… el otro lo es por convencimiento. ¡Por sometimiento!
Dos son, ellos dos, los que dividen a una
población analfabeta y borreguil, que por fanatismo, pereza o acomodo… ¡Votarían
a los Visigodos!
Y por desgracia son dos, ellos dos, los que
“valientes” ante nuestra ceguera de Saramago, seguirán en su burbuja de
prepotencia, codicia y permanente descaro.
Pero, no hay dos sin tres… y de repente, ¡el
mundo al revés!
¡Uy, perdón por la foto que se me ha colao!
Habrá sido las maleficencias influencias del Coletas
y sus apostatas, los bolcheviques bolivarianos...
Oscar
Ara